El proyecto Welfare Experiences es una propuesta innovadora que analiza y compara cómo perciben y experimentan las personas la recepción de ayudas sociales en cinco países: Estonia, Hungría, Noruega, España y el Reino Unido.
El proyecto Welfare Experiences es una de las primeras iniciativas internacionales que compara cómo viven las personas la recepción de ayudas públicas. Analiza en profundidad estas experiencias, el impacto de las distintas políticas sobre ellas y sus consecuencias, con el objetivo de contribuir a la mejora de los sistemas de bienestar (véase el apartado “Objetivos”).
Desarrollado entre 2023 y 2028, el proyecto combina metodologías mixtas y un enfoque de coproducción. Más información sobre las líneas de trabajo se puede encontrar en la sección Paquetes de trabajo.
El equipo está formado por ocho instituciones de investigación de distintos países europeos y siete organizaciones que colaboran directamente con personas que tienen experiencia en el acceso a prestaciones. Se puede obtener más información sobre el Equipo aquí.
El proyecto WelfareExperiences cuenta con 3 millones de euros de financiación del UK Research & Innovation Guarantee [EP/Y024621/1], gracias a su selección por parte del Consejo Europeo de Investigación (European Research Council).
Nuestros objetivos: una declaración conjunta de Welfare Experiences
Nos hemos unido en este proyecto para perseguir dos objetivos comunes.
En primer lugar, la formulación de políticas de bienestar debe trabajar en colaboración con las personas que reciben prestaciones, quienes son expertas por derecho propio. Con demasiada frecuencia, los investigadores y los responsables de la formulación de políticas ignoran las opiniones de los beneficiarios al proponer políticas de bienestar, lo que da lugar a políticas que no solo fracasan por sí mismas, sino que además empeoran la vida de los beneficiarios. Para ser claros: los beneficiarios no lo saben todo, y, por supuesto, el proceso democrático implica que los políticos elegidos deben desempeñar un papel principal. Sin embargo, una política eficaz y justa requiere que los beneficiarios sean parte de la conversación sobre cómo deben realizarse los cambios; excluir a los beneficiarios es injusto e ignora a algunos de los mayores expertos sobre el funcionamiento de los sistemas de prestaciones.
En segundo lugar, la formulación de políticas de bienestar con demasiada frecuencia se centra únicamente en los incentivos financieros, ignorando otras cuestiones que también son importantes. Hasta la fecha, la mayoría de las investigaciones se han centrado en si los sistemas de bienestar reducen la pobreza y fomentan el empleo. Estos son, por supuesto, aspectos importantes, pero al hablar con los beneficiarios, sabemos que también hay otras cuestiones que importan: si las prestaciones ofrecen dignidad, seguridad y se perciben como justas, o si las personas se sienten estigmatizadas, inseguras e injustamente tratadas. Estas cuestiones son importantes por sí mismas, y también afectan a otros aspectos, desde la salud mental de las personas hasta sus decisiones sobre el trabajo.
Necesitamos cambiar la forma en que la gente piensa sobre el «bienestar»: no se trata solo de una transferencia financiera, sino de una interacción compleja entre el ciudadano y el Estado, y la manera en que esta interacción ocurre puede tener efectos de gran alcance.
Queremos hacer visibles estas «experiencias de los beneficiarios» y comenzar a construir una base de evidencia en torno a ellas, para entender mejor cómo funcionan realmente los sistemas de bienestar. Pero los cambios que necesitamos son más grandes de lo que nuestro proyecto puede lograr por sí solo; nuestra esperanza es que otros se sumen a nosotros, hasta que finalmente cambiemos la forma de pensar y, en última instancia, creemos mejores experiencias para los beneficiarios.